jueves, 2 de septiembre de 2010

SOBRE LA VIGENCIA DEL DIEZMO*

*Ensayo publicado en la Revista de Ciencias Económicas del CUNOC en noviembre de 2006.


Algunas personas cristianas y no cristianas, en diferentes ocasiones me han preguntado qué pienso sobre el “diezmo” y la acción de diezmar como lo exigen diferentes organizaciones religiosas. Probablemente, sea un teólogo el más indicado para responder esa cuestión, por ser más versado en los asuntos de Dios, o talvez, un especialista en sociología de la religión, que está más empapado en ese tipo de hechos sociales o formas de representación producidas por los actores que son formas religiosas. Sin embargo, con la presunción de poseer algunos conocimientos relativos al tema, creo que puedo exponer algunas ideas o razonamientos para contribuir en algo a responder algunas preguntas tales como: ¿Qué es el diezmo? ¿Está vigente o no? ¿Es obligatorio o voluntario?



Lo cierto, es que el diezmo es muy apreciado por muchos dirigentes religiosos, especialmente protestantes. Como no habría de ser apreciado, si al coaccionar espiritualmente a los feligreses para que entreguen al 10% de sus ingresos, con ello han podido construir fuerzas muy poderosas, especialmente, de carácter financiero Y bursátil. Para ejemplo, basta ver el tipo de construcciones que han hecho conocidas iglesias del país y del exterior, el acelerado ascenso de status económico de los pastores y la inversión en medios de comunicación que los ha puesto al día en el mundo de la globalización.


Parte de la estrategia espiritual para “persuadir” a los devotos a pagar o entregar el diezmo consiste en afirmar que al no hacerlo “se roba a Dios” y por lo tanto serán objeto de maldiciones. Se afirma que debe enseñarse a diezmar para que la gente no robe ignorantemente a Dios y se prive de sus bendiciones. No enseñar a diezmar, permite libre acceso al escarnecedor (Satanás) y las cosas irán por el camino del mal y las personas luego se preguntarán por qué no son bendecidas. Solamente, volviendo a Dios con los respectivos diezmos, Él se volverá de nuevo con sus bendiciones como ha prometido. Prácticamente, no diezmar es un delito de “lesa espiritual” que cierra las puertas para ir a Dios y al cielo, o para darle entrada al maligno.


¿QUÉ ES EL DIEZMO?


En la actualidad es común, especialmente, en la iglesia cristiana protestante afirmar que el diezmo es la puerta que conducirá al creyente hacia el pacto de bendición. Se le considera una ley espiritual tan efectiva como las leyes naturales que permite al creyente recibir buena medida. Se considera que todavía está vigente a pesar del paso del tiempo y que fue establecido en el Antiguo Testamento.


¿De dónde viene ese concepto? Diezmo, proviene de la palabra hebrea “masrah” que significa décima parte. Del griego “apodekatoo” que también significa décima parte. Ambos términos, griego y hebreo, significan el pago o dádiva de una décima parte o porción.


¿Cuál ha sido su propósito? De acuerdo a esa misma corriente cristiana, cuando se da el diezmo a Dios, Él actúa colmando de bendiciones a esos dadores. Como Dios es el creador de todo lo que hay, incluyendo las riquezas, las personas son simplemente administradoras de sus bienes y el propósito es que su corazón no se concentre nunca en las cosas sino en Él como dador universal.


Para otros, el propósito del diezmo es mantener las organizaciones parasitas de las iglesias, especialmente, pastores y otras personas que han hecho de la religión y la iglesia protestante una industria financiera y económicamente rentable, situación que les ha permitido posicionarse mejor que otras iglesias como la Católica, que día a día pierde adeptos. De acuerdo a la legislación tributaria, el diezmo también es una forma de eludir el pago de impuestos ya que se puede deducir de la renta de las personas individuales o morales.

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE EL DIEZMO?

La corriente que está a favor de que la feligresía cristiana diezme, se puede dividir en dos categorías: Quienes afirman que el diezmo se encuentra vigente todavía bajo la normativa mosaica, y los que dicen que el diezmo es premosaico y que es parte de un pacto abrahámico. ¿Tiene eso bases bíblicas? Veámoslo en el ámbito pre-mosaico.


Se encuentran diversos tipos de ofrendas en Génesis 4:3-5: “3Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.” Este pasaje bíblico no da indicios respecto a la cantidad ofrecida, por lo que no se tiene lo que sería un diezmo bíblico sino dos ofrendas, una que fue aceptada y otra que no lo fue. La ofrenda, es una dádiva que se entrega como una muestra de gratitud o amor.


Vayamos ahora a la época de Abram para encontrar indicios de lo que es el diezmo. Veamos lo relativo a su ofrenda al rey de Salem, Melquisedec que se menciona en el Capitulo 14: 17-20: “17Cuando volvía de la derrota de Quedorlaomer y de los reyes que con él estaban, salió el rey de Sodoma a recibirlo al valle de Save, que es el Valle del Rey. 18Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; 19y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; 20y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. 21Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. 22Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram; 24excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo, Aner, Escol y Mamre, los cuales tomarán su parte.”


La victoria de Abram, fue sobre ejércitos que previo a saquear Sodoma y Gomorra, habían saqueado otras ciudades. Como resultado de la victoria, se entiende que Abram obtuvo cuantioso botín en riquezas y personas, pero no eran de él sino de los reinos y monarcas que habían sido saqueados. Tampoco, se guardó algo de ese botín. Abram entregó un décimo de lo obtenido en guerra al rey Melquisedec. Podría entenderse que Abram se quedó con el restante 90%, pero no, lo entregó casi todo, ya que solo tomó una parte para dar de comer a su ejercito y la parte que guardó para los tres varones, lo cual se indica en Gen. 14: 21-24. Se entiende así que Abram en lugar de quedarse con todos los bienes, lo devolvió casi todo.


Debe resaltarse, que si bien es cierto que Abram dio diezmo de todo lo que obtuvo, no hay evidencia de que lo hiciera otras veces, tampoco, sobre la existencia de alguna ordenanza en cualquier parte de la Biblia que dé el derecho a persona alguna, de arrogarse una posición como la del rey Melquisedec para obtener diezmos. No hay antecedente de que diezmar fuera una obligación, porque Abram lo hizo voluntariamente, ni tradición, que evidencie que era algo frecuente o instituido. Además, nada indica que Abram diezmara sobre sus bienes personales o que lo hiciera en otras ocasiones nuevamente. Abram, no fue entonces un diezmador, por lo que no se puede tomar como un ejemplo para afirmar en la actualidad que los creyentes cristianos tienen que diezmar obligatoriamente. Se puede buscar en la Biblia y seguro no se encontrará, algo que indique que Dios quiera una décima parte de todo lo que uno posee.


Tomar como referente histórico el diezmo de Abram, implicaría algo así como regresar también a los sacrificios de animales para ofrecerlos en holocausto a Dios, o personas, como casi sucedió con Isaac.


Se puede encontrar otro ejemplo sobre reparto de botín de guerra en Números, Capitulo 31. Lo que aquí se relata es similar y consistente como lo que Abram hizo con el rey Melquisedec. La diferencia es que en esta ocasión, además de animales y riquezas, el botín incluía personas de las cuales una buena parte tuvo que ser sacrificada. A diferencia del relato de Abram, en la actualidad los apologetas del diezmo no toman esta referencia, porque aquí se evidencia que además del décimo se hicieron repartos del 1% y 2% como se le ordenó a Moisés, lo cual significa que diezmo desde ese entonces no es una ley de Jehová.


Si nos volcamos al momento en que se ratifica el pacto de Jehová y Abram, mismo que aparece en Génesis 15:17-21: “17Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se veía un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasaba por entre los animales divididos. 18En aquel día hizo Jehová un pacto con Abram, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra, desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 19la tierra de los ceneos, los cenezeos, los cadmoneos, 20los heteos, los ferezeos, los refaítas, 21los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.”, tampoco encontramos el tema del diezmo como un deber.


Echémosle un vistazo a Jacob, padre de las doce tribus de Israel. Veamos Génesis 28: 18-22: “18Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella. 19Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el, aunque Luz era el nombre de la ciudad primero. 20E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 21y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 22Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.” No hay evidencia de Abraham enseñara a Isaac a diezmar y éste a Jacob. En este capitulo de Génesis, especialmente en los versos 21 y 22, se puede entender que Jacob apartaría diezmo siempre y cuando Dios le permitiera volver en paz a casa de su padre y de todo lo que Él le diera, es decir, que estaba condicionando darlo y no como algo que debe cumplirse como una ordenanza o ley vigente. Hay muchos ejemplos de la vida de Jacob, pero no sobre diezmar. Tampoco, hay nada escrito que indique que Dios le ordenara diezmar a él y su descendencia ni que lo hayan hecho.


El lector, también puede dar una leída a la vida de José hijo de Jacob, especialmente desde que interpretó el sueño de Faraón y administró las riquezas de Egipto –Génesis Cap. 41-47- hasta que puso por ley entregar a Faraón 20% de los frutos de la tierra y el restante 80% para la población. Con el poder que ejerció José, tuvo la oportunidad de establecer el diezmo como una ley en todo Egipto y no lo hizo porque Dios no se lo requirió.


Con estas citas bíblicas, se evidencia que con anterioridad a Moisés, el diezmo no fue instituido como una norma jurídica, por lo que, no hay antecedentes que puedan argumentarse en la actualidad considerando al mismo de una época pre-mosaica.






Hay quienes, sostienen que el diezmo es una ley mosaica. Si eso fuera así, entonces significaría que los cristianos deberían cumplir las demás leyes mosaicas dictadas para el pueblo judío, ya que las mismas constituían un paquete completo. Incumplir la ley en uno de sus puntos, significaba ser culpable de toda. Aceptar o querer imponer el diezmo como un precepto jurídico mosaico, querría decir que deben cumplirse entre otras leyes las siguientes: matar al que no guarde el séptimo día o día de reposo –Éxodo 31: 14; matar al que maldiga a su padre o madre –Éxodo 21:17-; matar al que ofreciere sacrificio a otros dioses excepto a Jehová –Éxodo 22:20-; apedrear y matar al hijo contumaz y rebelde –Deuteronomio 21:18-21-; no comer animales inmundos como el cerdo –Levítico Cap. 11-; la ley del Talión.


El diezmo por lo tanto, fue un deber para el pueblo judío, pero, ya no lo es para los cristianos. Decir lo contrario, es tratar de confundir o mezclar el pacto de Moisés con el nuevo pacto con Jesucristo.

¿CUÁL ES LA NATURALEZA DEL DIEZMO?

Responder esta pregunta, equivale nuevamente a preguntarse: ¿qué es el diezmo? Tomando como base la Biblia, se puede decir lo siguiente:

1. El diezmo o décimo, no se refiere a una expresión monetaria o de dinero, sino a valores en especie como comida, frutos y animales, como dice por ejemplo Génesis 4:3-5, Levítico 14:22-23 y 27:30-32. Aunque, en Levítico 27:31 se indica: 31Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello.” Eso, implicaba que podía expresarse también en dinero, pero, con 20% adicional. Lo más que obvio de la ordenanza de Dios y que puede leerse varias veces en el texto bíblico, es que las primicias, ofrendas y diezmos se refieren fundamentalmente a cosechas y animales, es decir, un enfoque agropecuario. Claro está, que el cristiano de hoy no tiene la obligación ante Dios de entregar el 10% de sus ingresos monetarios. Quien desee o se sienta obligado a entregarlo y para dar cumplimiento a la ley, debería hacerlo en especie, es decir, entregar a su iglesia el décimo de sus granos, hortalizas, gallinas o vacas por ejemplo, a ver que expresiones observa en los receptores al no ver sobres con billetes o cheques. No debe olvidarse, que el diezmo fue una ley para los judíos, como aparece en el Antiguo Testamento, lo cual significa que ningún cristiano está obligado a darlo ni en especie ni en dinero. Quien desee hacerlo, lo hará de acuerdo a su voluntad


2. El diezmo, se instituyó para los levitas, a quienes se les delegó el cuidado del Tabernáculo y no tuvieron heredad como las otras tribus de Israel. También, sirvió para huérfanos, viudas y extranjeros que vivían en dichas tribus. Ver Números 18:21-32 y Deuteronomio 14:27-29. En la actualidad, el cuidado de los templos está a cargo de personas que sería muy difícil saber si tienen algún nexo genealógico con los levitas y si están facultados para exigir el diezmo. Por ejemplo, los Rabinos judíos que conocen probablemente mucho mejor la ley mosaica que muchos pastores, no exigen el diezmo, porque saben perfectamente que era exclusivamente para los levitas. No hay ninguna base bíblica para que sacerdotes, curas o pastores de hoy, se arroguen el derecho de exigir a los fieles el diezmo, y menos en dinero, algo que Dios nunca solicitó.


Si nos vamos al Nuevo Testamento, podemos evidenciar que ni Jesús ni alguno de los Apóstoles pidió o dio instrucciones para entregar el diezmo. Tampoco, fueron diezmadores. No hubo tal exigencia ni de cosechas, ni de animales y menos aun de los ingresos monetarios. Eso sí, la sola vida de Jesucristo es un verdadero ejemplo de lo que es dar.


En el Nuevo Testamento, sí se menciona el diezmo cuando Jesús se refiere al los fariseos de la siguiente manera en Mateo 23:23 “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe.”; en Lucas 11:42 “Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios.”; Lucas 11:11-12 “El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.”


Puede notarse que Jesús no habló bien de los escribas y fariseos que daban el diezmo, sino los trató de hipócritas.


Otras menciones del diezmo, se encuentran en la Carta a los Hebreos 7:1-10, que se refiere a la única vez que Abram da diezmos del botín de guerra al rey de Salem: 1Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que salió a recibir a Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, 2a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y también Rey de Salem, esto es, Rey de paz; 3sin padre, sin madre, sin genealogía; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, sino hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre. 4Considerad, pues, cuán grande era éste, a quien aun Abraham el patriarca dio diezmos del botín. 5Ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham. 6Pero aquel cuya genealogía no es contada de entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas. 7Y sin discusión alguna, el menor es bendecido por el mayor. 8Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive. 9Y por decirlo así, en Abraham pagó el diezmo también Leví, que recibe los diezmos; 10porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.”

¿SE DEBE, DIEZMAR O NO?

Debe quedar claro como se dijo supra, que el diezmo fue una obligación para el pueblo judío establecida por las leyes de Moisés y cuyo propósito fundamental, fue sostener a los Levitas carentes de heredad y además, ayudar a las viudas, huérfanos y extranjeros. Por otra parte, el mismo se obtenía al tomar el décimo de las cosechas y animales, no de ingresos o de salarios monetarios. Como tal, era una figura del antiguo pacto. Eso significa, que para los cristianos que viven bajo el nuevo pacto con Jesucristo, el diezmo no constituye ninguna obligación, ni en especie y menos aún el 10% de los salarios o ingresos brutos de los creyentes. Por lo tanto, el no diezmar no implica alguna ofensa a Dios o estarle robando. Tampoco, significa que el no hacerlo traerá como consecuencias maldiciones o dar acceso a Satanás y sus demonios.


Creo que quien se considere cristiano, para salir de esa ignorancia, tiene como única alternativa leer, estudiar y reflexionar el texto bíblico, así como otras fuentes complementarias del mismo. Eso le permitirá filtrar todo aquello que escucha en las iglesias u otro tipo de congregaciones y no tenga el respaldo correspondiente en la Biblia. Podrá saber con más precisión cuando el cura, pastor o cualquier predicador dice la verdad o miente.


Si se debe o no diezmar, eso queda en la voluntad de cada quien. Así como, no hay nada que obligue a diezmar, tampoco, hay ordenanza alguna que impida hacerlo. Cada quien, es libre y está en su derecho ofrendar el 10% o más de sus ingresos si así lo desea.


Talvez, el más interesado en este tema debiera ser el Estado, porque son rentas que pueden estar afectas a determinados tributos.

En ningún momento, esta exposición ha tenido el propósito de explicar si diezmar es bueno o no lo es. Esa parte la debe discernir cada quien, de acuerdo a la magnitud de su fe e identificación con su congregación y dirigencia.


Sí es un propósito, abrir los ojos y el pensamiento a aquellos que practican la fe cristiana y que en alguno o varios momentos de su vida han sido objeto de hostigamiento en sus congregaciones a causa de la “obligación de entregar a Dios lo que es de Él y de no robarle”. También, dejar evidencia como el asunto del cristianismo, especialmente, el protestante se ha convertido en un negocio capitalista como cualquiera, pero a base de este tipo de exacciones que muchos aunque no lo digan, consideran indebidas e injustas.


Un propósito marginal, quizás sea dejar la inquietud para que se profundice a través de estudios más sobre este hecho social, y conocer cuál es la su verdadera magnitud y trascendencia, tanto en la vida espiritual y material de las personas, como en la vida económica, social y política del país






Está claro que hoy, también la religión se ha globalizado y se ha convertido en un producto muy demandado por personas de todo tipo y status. Para los promotores no se diga, se ha convertido en un medio de ascender rápidamente a través de los recursos de otros.


Creo que una de las formas de alejarse más de Dios, es a través de la religión, porque tergiversa y retuerce sus principios básicos, en función de los intereses particulares de las iglesias, sectas y sus dirigentes.-


BIBLIOGRAFÍA


1. Sagrada Biblia


2. Santa Biblia

4 comentarios:

  1. Ante las crísis económicas recientes me parece oportuno reflexionar que sí el diezmo se diera mensualmente y de forma exacta, estaríamos hablando de un sueldo, mas un veinte por ciento de otro sueldo mensual en el lapso de un año. Al presupuesto de egresos hay que sumarle entonces un 12% de IVA, el impuesto del IUSI,el impuesto de circulación de vehículos, el boleto de ornato, los descuentos del IGSS, La inflación mensual, el ISR, (segun los ingresos, hasta un 30%) casi seguro que se me escapan muchos mas... en fin, ojala que el diezmo tenga efectos totalmente contrarios a los que producen los otros egresos.

    ResponderEliminar
  2. Este artículo es bién interesantes porque tiene sustentación basado en la biblia. ¿el diezmo es parte de la cultura cristiana hoy

    Moisés Gómez
    mogo4151.blogspot.com

    ResponderEliminar
  3. Es bien sabido que en las iglesias evangélicas se solicita el diezmo, pero no se tiene conocimiento cómo es que se asdministra y se distribuye; habiendo casos en los que se ha mal utilizado, más aún como usted indica en su artículo no se paga impuestos por dichos ingresos. He sido testigo en cierta ocasión que asistí a una iglesia evangélica, de inducir a sus asistentes a que se comprometieran a ofrecieran una cantidad mayor al diezmo, lo cual deja al descubierto el "valor monetario" que reflejaría cada miembro de ella.

    ResponderEliminar
  4. Hola como soy judío te responderé con la verdad para que estés bien informado, además veo que tu sabes sobre el tema del Templo y pocos preguntan tan bien.

    Los judíos debemos diezmar nuestros ingresos y también solamente en Israel los frutos y elementos de los cultivos, por lo general la costumbre la observamos los religiosos ortodoxos.

    A esto se le denomina "Maazer" que viene de la palabra "ezer" y esto significa 10.

    Destinamos el diezmo según un orden, primero a los pobres y necesitados cercanos y luego los mas alejados.

    Primero a los pobres de nuestra familia si los hay, luego a los pobres de otras familias. Primero a los pobres de nuestro pueblo y si lo hacemos también tenemos permitido hacerlo con otros pobres siempre y cuando no sean idolatras.

    Con respecto al diezmo de los frutos y cultivos hay algunos frutos que se diezman simbólicamente ya que no hay Templo como tu muy bien dijiste, y se cambian por dinero simbólico que luego se inutiliza por que ese dinero como era destinado para mantener el templo de Jerusalem no puede ser destinado para otras cosas así que por tal motivo se lo inutiliza.

    Pero no es una gran cantidad de dinero, pero en la actualidad gran parte del cultivo se diezma para darlo directamente a las familias mas necesitadas y lo mas interesante es que en Israel se acostumbra a hacerlo hasta el día de hoy.

    En una palabra el 10 por ciento de mis ingresos es dado a la gente pobre primero de la ciudad donde vivo y si puedo a gente de otras ciudades, hay quienes acostumbran a dar mas es decir un 20 por ciento, sin embargo no se recomienda dar mas del 20 por ciento de los ingresos por que puede empobrecer a la persona.

    En cuanto a dar a nuestras congregaciones puede ser parte de ese diezmo pero primero hay que dar a la gente pobre, para que no haya mendigos dentro de nuestro pueblo, por que si los hay es culpa mía, no puede haber un hermano nuestro que caiga en la mendicidad, ya que es realmente vergonzoso verlo en semejante situación y si hay uno solo es nuestra culpa y hay que socorrerlo. Incluso mas allá del diezmo.

    No puedo extenderme mucho pero mas o menos tienes un ejemplo de esto, aunque el tema es mucho mas largo, desde Israel te envío un gran saludo.

    ResponderEliminar